Gratas son siempre las sincronías y mientras ayer publicaba un post saludando a los terrícolas que dan vueltas en el espacio, hoy la nave que tripulan se acopló a la ISS sobre el océano que esta frente a las costas de Chile. Dicen que a esa hora sobre la superficie del mar se vieron planear peces voladores, desplegando sus aletas-alas. Dicen también que tintinearon las estrellas que forman su constelación.
Los peces voladores no son astronautas frustrados, son mas bien aerodinámicos y platinados peces que han convertido su aspiración por el aire en una eficaz forma de escapar de sus depredadores. Su capacidad de elevarse y salir del agua puede llegar a los 20 segundos y sus vuelos a ser hasta de 6 metros de altura, alzándose a una velocidad de hasta 56 kilómetros por hora, pudiendo recorrer 250 metros, o aún más, de una sola vez. En Chile son escasos pero de que los hay los hay y hoy cual alineación perfecta de avezados pilotos saludaron al cielo.
