29 septiembre 2007

Reporte de buceo en Ilha Grande

Este es el reporte de nuestra corresponsal Yavero acerca de sus aventuras submarinas en Ilha Grande, en el marco de unas merecidas vacaciones en Brasil. Que lo disfruten tanto como yo.

Originalmente nuestro destino de vacaciones era Buzios, pero gracias a la sugerencia de un par de personas, cambiamos el rumbo hacia la paradisíaca Ilha Grande, distante a 180kms de Río de Janeiro, frente a Angra dos Rei. Después de una corta estadía en la capital turística de Brasil, emprendimos viaje hacia nuestro destino final. Tras hora y media de navegación, nos recibe una ensenada de aguas calmas y arenas doradas, mientras que los dueños de la posada donde nos quedaríamos, nos esperan con una sonrisa y una carretilla para llevar nuestras maletas! (no hay autos en esta isla, los dos únicos vehículos motorizados son el carro de golf de la policía y un furgón utilitario que servía de ambulancia)
Instaladas ya en el lugar, la vegetación, el canto de las aves, la limpieza y este pueblito sacado de un libro de cuentos nos cautivan. Después de explorar algunas de las muchas playas (¡cómo olvidar López Mendes!), hacer snorkel en la Laguna Azul con peces comedores de pan y maravillarnos con los monitos y ardillas en los diferentes senderos, decidí ir a bucear.
Me contacté con
DIVE & CIA, operador que nos llevó al extremo sur-este de la isla, distante a una hora del pueblo.
Durante la navegación, poco a poco el viento comenzó a aumentar y el calmo mar se transformó en algo parecido a Los Molles. Anclamos cerca de una isla al frente de la playa López Mendes, en un sitio que nos ofrecía mayor seguridad. Comencé a equiparme y me pareció curioso que no usaran botines…confié en que el agua tuviese los 22°C señalados por el operador...( aclaro lo que no me aclararon lo suficientemente bien: son 22°C efectivamente…pero en verano!).
Nuestro grupo lo componían cuatro ingleses, un español, dos chilenos, el guía que solo hablaba portugués -que con su sonrisa y ojitos brillantes no importaba que no le entendiera nada- y un moreno sireno capitán de la lancha.
Mientras nos equipábamos la mujer del español, grita – “Pancho! Que desgracia se me han quedao los cigarrillos! Pásame un puro!” . (GLup!... entre ese mar y el puro pensé que tiraría las tripas fuera de borda…)
El primero en lanzarse al agua fue el español junto a su cámara fotográfica y grita:

“Hombre! Que no se ve nada!”.
“Que dices Pancho?!”
“Que está oscuro!”
Sacado del peor chiste de gallegos empecé a imaginarme el panorama submarino que venía… pero bueno, ya estaba en el agua y que jué!... Total, el buceo ya estaba pagado…
Le seguimos el resto de los buzos y bajamos a 15 m. con una visibilidad entre 8 a 10 m., mientras los 22°C se convertían en 17°C... Al poco andar me doy cuenta que las rocas no tienen ni esponjas, solo algunas actinias (y esto sería? me dije decepcionada).
Continuamos descendiendo, cuando de pronto comenzamos a pasar por una pared de agua fría, muuuuy fría!! (termoclina le llaman), lo cual fuera de empezar a incomodarme físicamente, acrecentó mi preocupación por el déficit de aire en mi botella, ya que no estaba completamente llena con 200 bares, y el frío inesperado del lugar seguramente acortaría mi buceo.
Luego de descender un par de metros, la visibilidad mejora y veo al guía con un pez en la mano…rápidamente me acerqué. Me lo pasa para sacarme una foto, en tanto hace señales para que el resto de los buzos no tocaran el fondo... pero demasiado tarde…los aletazos por sacarse la foto con el pobre pez, dejaron una visibilidad 0... así es como el pez recobró su libertad.
Nuestro guía siempre atento del grupo, observaba continuamente que no se le perdiera ninguno de nosotros, revisaba el aire, y buscaba los tesoros que habíamos venido a ver...en eso estábamos cuando… oh! Un pez globo!...esta vez la visibilidad acompañó al momento fotográfico.
En el transcurso del buceo la visibilidad sigue mejorando, hasta que ahora si, ¡los encontramos! ¡peces de todos colores! Parecía un verdadero acuario, para entonces el frio no importaba, pero esto de depender de una botella de aire…al poco tiempo debemos regresar a la superficie...
Al salir vemos unos delfines que antes ya habíamos divisado al comenzar la inmersión, y ahora se encontraban pasando por sobre el cabo de la lancha. Rápidamente nos dirigimos hacia ellos para ver qué hacían y para sorpresa nuestra se estaban rascando en la cuerda!. La situación fue aprovechada por nuestro guía quien les tomó fotografías y un video, mientras nosotros observábamos el espectáculo.
Ya instalados en la embarcación, luego de un rato la mujer del español hace su primer comentario acerca de Pancho que demoraba en salir: “es que este hombre se quedará a vivir allá abajo?...siempre hace lo mismo, el último en salir!” nos comenta mientras enciende otro puro (ay mis tripas ...).
-“Pancho…que has decido salir eh? Como te ha ido?”- le grita la mujer desde cubierta.
-“Pues he tomado algunas buenas fotos”
-“Pues que bien, ven a fumarte un purito conmigo…Oye Pancho que esto es un paraíso eh?”
Regresamos felices sin duda, pero con un mar tipo Los Molles en su peor día (que buenos navegantes son estos isleños pensé). Tal situación se mantuvo sin cesar hasta llegar nuevamente a la ensenada donde el mar volvía a ser una piscina.

Me quedé con ganas de tener más días en la isla para volver a bucear, pero al día siguiente emprendíamos nuestro regreso. Puedo decir que me pareció un lugar muy adecuado para diferentes niveles de buzo; el operador contaba con buenos equipos (aunque extrañé los míos claro) y un excelente guía. Si no desea bucear, hay lugares en todas las playas aledañas al pueblo donde puede hacer snorkel y ver hasta tortugas! Realmente hermoso

Por último se me viene a la mente algo que leí por ahí:

“… e impossivel estar neste paraiso e nao pensarnos en Deus,
em paz, em vida, em preservacao...”


PD1: Agradecimientos a todos en la isla por su compromiso en la conservación de este paraíso. A Vanesa y Rodrigo dueños de la posada MAr i Sol, y a la Madre Naturaleza por este hermoso regalo.

PD2: Recado para el compatriota que sacó una estrella de mar ante el horror de los isleños o para la que tiraba las pepas de sandia al mar... Aprendan o quédense en casa.

3 comentarios:

Pequeño Pez dijo...

muchisimas gracias estimada buza por este reporte...a este blog ya le hacia falta agua de verdad, jaja!!.
un abrazo

Anónimo dijo...

gracias a ti pequenopez.. de no ser por tu blog me habria quedado egoitamente con la experiencia y los recuerdos; gracias por permitir compartirlos!!
un abrazo

Shedir dijo...

Hola pequeño pez!!!
Mi marido y yo, el año pasado estuvimos en Ilha Grande. Por desgracia, por aquellos entonces no practicabamos el buceo. Una pena... El lugar es impresionante.
Recomendable para los amantes del snorkell (no sabía que hubiera logística para el buceo). De todo el viaje por Brasil es uno de los lugares que con más cariño recuerdo...

Por cierto, me encantaría poder intercambiar contigo links. Si te parece, pasaté por mi blog. Un besote