20 septiembre 2006

Por Fin!

Parece que el cielo escucho mi paya...y aunque el mar parecía que venia como llegando de la farra dieciochera, igual nos recibió a lo menos, contento...un poco tiritón, pero contento. Un primaveral sol arriba y las ganas de siempre nos llevaron por fin a reunirnos en el mar de Quintay el 17 de septiembre.
La visibilidad estaba a unos decentes 6 y hasta 10 metros en los mejores casos. Pero lo mejor para esta ocasión, fue el habernos reunido bajo el mar, después de muchas lunas, el trío marino conformado por Manatí, YaVero y quien les escribe. Lo que en esta latitudes, desde Caldera hasta Valdivia, y hasta el archipiélago de Juan Fernandez , es conocido como "Las Angeles". Asi solo. A secas. Sin Charly.
Manatí en la punta guiando la excursión y atenta a nuestros habituales retrasos del resto de los buzos. Un poco mas atrás la retornada a las aguas Yavero, que con sus ojitos rebalsados de felicidad curioseaba entre las rocas. Cerrando el equipo, un poco mas arriba a la izquierda, quien les escribe este reporte.
Un impecable recorrido a una profundidad promedio de 20 metros, en una zona que hace un año exactamente me pareció bastante fome. Pero como ven, todo cambia y esta vez fue el lugar preciso para mojar las escamas después de tanto tiempo sin sumergirse en el mar inmenso. Esta vez nos encontramos con un bajerío con rocas altas que servían de escondite perfecto a camarones de roca y jaibas. Algunas anémonas y esponjas de colores amarillo y añil pintaban el paisaje de vez en cuando mientras esperábamos ver a algún pececito nadar por ahí. La verdad es que estaban bien escasos, o bien la resaca los mantenía escondidos pasando la borrachera. Las únicas que dignamente paseaban por ahí fueron precisamente dos Borrachillas bien arregladas que salieron al paso a lucir sus primorosos jopos. Mención aparte merece -y agregando la dosis de peligro a la expedición- el avistamiento de dos tiburones muy cerca nuestro...bueno en realidad eran dos Pinta Roja como de cincuenta centímetros cada uno...aunque sin menospreciar sus “contactos” es mejor dejarlos tranquilitos no mas, no vaya a ser cosa que algún tío tiburón quisiera poner orden con los curiosos buzos que molestan a su sobrino. (Ya tuvimos suficiente con la pasada de cuenta que le hizo un Raya al molestoso cazacocodrilos australiano)
Habían pasado ya casi 30 minutos bajo el agua cuando un cardumen de castañetas bien formadas pasó delante nuestro en dirección al Parque O’Higgins. La ocasión perfecta para lucir el uniforme y los trajes camuflados que portaban unos Bilagays bien macizos. Todo un espectáculo que se suma a la enorme satisfacción de compartir burbujas con mis dos compañeras de buceo y de la vida misma por lo demás. Salú por eso! Viva Chile mierda!
Mi computador acusa los datos técnicos:
Profundidad máxima: 26 m.
Tiempo de fondo: 36 min.
Tº : 11ºC
Mi recuerdo acusa otros datos importantes. Almuerzo: Albacora a la plancha con papas fritas. Postre: Paseo por la playa grande de Quintay, esperando el atardecer, comiendo alfajores, conversando de la vida y organizando la próxima salida.
Un dia redondo sin duda.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

aprontense! "las angeles " amigas y complices adictas al aire comprimido estan de vuelta!
pronto volveremos con... mas diverciones...(cantadito) uppss!!!demasiado nitrogeno

Anónimo dijo...

…Debo recordarles la adquisición del bote que se adjudico quien les habla, a eso se le llama caer redondito (ni se noto en la caleta), igual de redondito que ese día, ja, ja.
Ahí estaremos de regreso, el mar nos espera ángeles.

Anónimo dijo...

A donde es el proximo? En el Fraile?
<><

Anónimo dijo...

Si la jefa yavero quiere... yo elijo el Fraile.

Anónimo dijo...

he recuperado mi trono???
el fraile o el charco da lo mismo si estan mis subditas... ji ji